jueves, 28 de enero de 2016

Nunca se es demasiado viejo para amar y ser feliz.

Enamorarse por primera vez a los 40 años


Casi todos los seres humanos nos enamoramos a una edad temprana, por supuesto que son diferentes tipos de amor, desde que estamos en kinder y hasta el ultimo suspiro en el mundo.
Sin amor, pienso que nadie sobreviviría, es necesario tanto darlo como recibirlo en todos los seres vivos y en todo el planeta.

El enamoramiento real causa una reacción química tan fuerte, que según los estudiosos del tema, esto solo puede ocurrir dos o tres veces en la vida.

Pero nos hemos preguntado, ¿puede alguna persona vivir 40 años, sin haberse enamorado?.

Yo como muchas mujeres el tema del amor me llama la atención y me pregunto, si algo así puede de verdad ocurrir y como.

Esta es la historia, solo se llama Lola.


Ayer fue un día pesado, llego de su trabajo para continuar con el de la casa, soportando las burlas y groserías de su esposo desde hacia 25 años, la falta de ternura, ya no amor porque jamás existió y el poco respeto que ya se había extinguido, la hicieron darse cuenta de su realidad, de lo que era su vida,siempre ayudando a sus hijos a salir adelante, sufriendo sus vicios, suplicando a Dios un poco de paz y saliendo cada mañana a buscar el complemento del gasto familiar.

Hoy volvió a verlo, llevaba semanas sin querer reconocer aquel sentimiento que había comenzado a inundar su corazón, cuando afloraba la hacia sonreír, le daban ganas de bailar y reír sin parar.
Al asomarse por la ventana de su humilde cocina, lo vio platicando con sus hijos, cuando el sintió su mirada, volteo hacia allá y le dedico la más tierna y limpia sonrisa,como la de un niño feliz, fue así como su corazón por fin reconoció el amor.

Darse cuenta de que su amor era correspondido la lleno de sentimientos encontrados, ver una verdad que nunca imagino existiera la desconcertó y se alejó de la ventana.

Era tan simple, abandonar todo aquel sufrimiento, estar en boca de la gente un par de meses, ¿qué importaba?, había conocido el amor,  sabia que existía pero jamás lo había experimentado, incluso su vida sexual había sido siempre bajo amenazas y violencia.

De verdad era el momento de vivir, de amar y de gozar, seria capaz de tomar  esa decisión.

Buscó a el sacerdote local guía pero en la confesión el por supuesto le dijo que era un pecado y que debía olvidar todo, regresar a su vida, confesar y arrepentirse. Cuando después me preguntó a mí, mi sugerencia fue simple: vive y se feliz, tus hijos son adultos, la gente siempre juzga y tu pareja nunca te mereció.

Cuando volvimos a platicar sobre el tema, me aseguró que había tomado la decisión de quedarse como estaba respecto a su familia, olvidar ese episodio de enamoramiento y  borrarlo de su mente, pero si quería cambiar su vida, "voy a visitar una nutrióloga, intentare bajar de peso, veré un psicólogo y tratare de ser feliz con lo que tengo" la vi tan decidida que así lo deje

Un mes después la acompañe a buscar a la nutrióloga, cuando salió de la consulta, se veía contenta y decidida, pasamos a desayunar, comento que para ella era un cambio de vida y que creía que valdría la pena, nos reímos cuando le ofrecí un refresco de cola, me dijo que era dejarlas bebidas de cola era su primer objetivo y yo ofrecí que la tomara sin preocuparse pues sería "la ultima" antes de comenzar la dieta.

Como recordé esas palabras unos días después en una Agencia del Ministerio Publico, cuando esperaba para declarar. Cuando volvíamos al trabajo ese mismo día,tuvimos un accidente  en la carretera, se reventó una llanta, no pude controlar el vehículo y nos volcamos. Siempre trato de ver que todos llevemos puesto el cinturón de seguridad y ese día después de desayunar no me di cuenta que no se lo había puesto; quizás hubiera servido de algo, su destino hubiera sido otro...eso jamas lo sabremos, la vida es así. Muchos dijeron era su destino, mi apoyo espiritual me dijo que ella había alcanzo el cambio de vida que necesitaba, no lo sé, solo se que ese día la perdí.

Estamos tan solo separados de la vida y la muerte por un instante, Quizás deberíamos tratar de ser felices cada día de nuestra vida y permitir que los demás lo sean. Solo inténtalo, mañana no está asegurado.

Gracias Lola por tu enseñanza,descansa en paz

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